TERRA BLAVA
Castell de Benedormiens, Castell d’Aro (Costa Brava)
Del 19 de marzo al 8 de mayo del 2022
Inauguración: sábado 19 de marzo a las 19 horas.
Sábados, domingos y festivos de 11-13h y de 17 a 20 horas.
Bajo el título de “Terra blava” (Tierra azul), Lourdes Fisa presenta en el Castillo de Benedormiens una selección de su obra desde un enfoque transversal, que recorre varias etapas y temáticas. La artista toma dos grandes líneas de su trabajo como núcleo de la muestra: la tierra, por un lado, y por otro, el agua. Se trata de dos elementos simbólicos pero también sensoriales que vertebran sobre todo su sensibilidad pictórica. Y es que entre la calidez y solidez contundente de la tierra y la fluidez del agua, la obra de Fisa se extiende en el tiempo como una constante exploración plástica que investiga conceptos relativos a la naturaleza y también a la humanidad: la fragilidad, la fortaleza, el dolor, la luz, el viaje, el movimiento, entre otros.
El núcleo de la obra presentada, así como de la trayectoria de la artista, se centra en un trabajo de la abstracción que bebe de ciertas cualidades matéricas de la pintura informalista o del expresionismo abstracto, pero incorpora elementos de su formación como grabadora, que siempre ha seguido trabajando en menor o mayor medida hasta la fecha. Lo utiliza como técnica principal pero también como técnica de base sobre la que incidir con la pintura. La mixtura de técnicas es algo que ha ido aplicando con naturalidad, utilizándolas como un instrumento de exploración del estilo y de la forma, que al fin y al cabo son la materia expresiva principal a la que se entrega. Si tomamos por ejemplo esta influencia del informalismo como referencia para analizar su obra, en seguida encontraremos que poco tiene de informalista, ya que todo su recorrido estético muestra una tendencia al ordenamiento, a cierto reencuentro de la geometría que se impone a pesar de la expresividad y gestualidad perseguidas en el ataque de la superficie. Es como si Fisa partiera de un impulso intacto y esencial que después necesita ordenar ligeramente, ubicar en un espacio. Precisamente, este aseo es el que da fuerza a la expresión y al gesto; de otra forma, nos encontraríamos ante un ejercicio de mera inundación sin conexión entre el acto creativo y la mirada. La artista es consciente de que, aunque intuitivamente, es necesario establecer un puente entre la energía creativa y la mirada del receptor. La obra, en definitiva, tiene como objetivo ese diálogo.
Una de las principales líneas de trabajo que podemos observar en esta muestra es la técnica mixta –la pintura, el grabado y otras– sobre distintos soportes como la fibra de vidrio, un material industrial que ella, en cambio, dota de unas cualidades casi orgánicas. Su tratamiento, tanto cromático como de estampación, pintura y erosión –o, directamente, agresión– lo convierte en una especie de piel de apariencia tan frágil como la piel humana. Es también un material que le permite jugar con las transparencias y con la translucidez, que ha explorado en algunas piezas en las que incluye una fuente de luz interior y se convierten en esculturas luminosas. Por otra parte, es una especie de superficie sobre la que generar también composiciones de resonancias cartográficas, como si siempre nadara entre la tierra y la piel, es decir, el cuerpo. Menos corpóreo es, en cambio, un buen segmento de su obra dedicada a cromatismos más claros, entre el azul y el blanco, los grises y otras gamas que trasladan al observador cierta sensación de fluir, acompañadas también por un punto más de diseminación de la forma. Sin embargo, si hay algo que se abre paso en casi todo el trabajo de la artista es la figuración; siempre sutil, ligera, como insinuada o emergente en medio del color y la materia, aparece el dibujo sencillo de algún elemento de la naturaleza o alguna figura humana, un detalle arquitectónico o anatómico. Estos apuntes figurativos no hacen sino acentuar el ritmo, la fuerza expresiva y la ambigüedad de las obras; subrayan y complementan lo que el color y la densidad comienzan a sugerir y lo que la estructura y la composición se encargan de ordenar. Se trata, quizá, de un factor humanizador más, un recurso para reencontrar la impronta de lo inteligible, de lo poético, de lo simbólico.
Precisamente, algunos elementos más gráficos también acercan el trabajo plástico de Fisa al mundo simbólico y poético del que hablo. Sucede que, de forma recurrente y como un leitmotiv que atraviesa la estructura de gran parte de la obra, encontramos elementos circulares u ovalados que vertebran o equilibran las composiciones. En consonancia con el bagaje temático relacionado con la naturaleza y lo esencial, parece claro que los elementos de tendencia circulares forman parte de un lenguaje universal que remite al sentido cíclico de la naturaleza y la vida y a las formas primordiales, al propio carácter geométrico de la esfera terrestre. Otro elemento que también aparece a menudo es la palabra escrita, aunque mayoritariamente ilegible, que funciona como una señal más de lo intrínsecamente humano insistiendo en presentarse, al dejar huella sobre la tela, la fibra de vidrio, la madera, el papel o la propia pintura.
Pero Lourdes Fisa manifiesta que la figuración se le sigue presentando como una opción siempre atrayente que le permite otra forma expresiva, más directa y, a menudo, más delicada. La desarrolla especialmente en papel, ya sea en grabado o en pintura, con una aproximación mucho más bidimensional, pero que, en cambio, gana en otro tipo de contenido más narrativo y alegórico. Lo vemos, por ejemplo, en la serie realizada para la exposición “SOS Natura”, donde aparece la figura como protagonista de una secuencia de piezas que reflexionan sobre el impacto del uso del plástico en el medio ambiente; o, también, en la serie “Dones d’aigua” (Mujeres de agua), que tiene la naturaleza como referente.
Así pues, tenemos delante la trayectoria de una artista que investiga constantemente con técnicas, formatos y paradigmas diversos para aproximarse a la expresión. Desde la gestualidad hasta el dibujo, pasando por la geometría y todos los territorios que hibridan cada una de estas actitudes y concepciones del hecho plástico, Fisa es una artífice comprometida con el acto creativo en sí mismo y como medio de comunicación de un mundo interior pero también de valores universales e inquietudes de la vida contemporánea. Inquietudes que se materializan en la ambigua relación entre los valores corpóreos y cálidos de la tierra y los del agua, más relacionados con la transparencia, la fluidez y el movimiento; sin embargo, nunca se trata de una dicotomía sino de elementos complementarios que forman parte del mundo estético que construye con cada pieza: a menudo no estamos con los pies en tierra firme ni flotante en un mar cristalino, sino que pisamos aquellos territorios limítrofes que nos estimulan a sentir y pensar, a reencontrarnos con la mirada y con aquellas verdades con las que nos conecta.
Descargar PDF : CULTURA Expo Lourdes Fisa 20222
Platja d’Aro.com : Terra blava – Exposició de pintura
Bonart.cat : “Tierra azul” de Lourdes Fisa en el Castillo de Benedormiens
TVCostabrava : Lourdes Fisa inaugura Terra Blava al Castell de Benedormiens